Gerardo fue minero muchos años, ya no. Tiene 67 años aproximadamente, pero parece que tuviera 80. La mujer que le acompaña permanece callada a su lado. Nos cuenta varias historias:
Yo soy originario de Guanajuato. Voy a contarte la historia del “callejón del beso” de mi tierra. Cuentan –los abuelos de mis padres- que era un pueblo rico en oro y plata y al final de cuentas había propietarios que eran españoles y entre ellos había mucha gente, entre los mineros nació un pobre minero enamorado que pretendía a una española que se llamaba Doña Ana y Don Carlos era el rico español –su papá- y el muchacho se enamoró de Doña Ana, su hija y vivían en un callejón de 65 cm de ancho y vivían muy cerca, eran vecinos y se juntaron y tuvieron su besito de amor. Don Carlos les sorprendió besándose y le dijo que si otra vez los sorprendía besándolo, la iba a matar. Ella lo tomó como una burla y según la leyenda ella siguió su amor. El padre tomó una daga y se la enterró detrás de la espalda. Ella cayó y el minero estaba viendo la escena y del miedo que le dio, (le dio) un beso en la palma de la mano. Desde entonces, cuando una pareja pasa por el callejón se recomienda, para la buena suerte, que se tienen que besar en el tercer escalón.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
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